Damos un paso más en nuestra evolución, aquella que viene del mono. Hace unos años convertimos la televisión en realidad –o eso creíamos- a través de programas como Gran Hermano y sus diversas secuelas. Ahora transformamos la vida en ficción, como un famosillo más que salta de plató en plató aireando su mierda.
Ya todos llevamos una cámara de vídeo en el bolsillo con nuestro móvil, para grabar, por ejemplo, palizas a vagabundo, como hacen algunos jovenzuelos de hoy en día (diablillos…). Somos, por tanto, observadores y observados al mismo tiempo, juez y parte. “Tengo la impresión de que el mundo gira alrededor mío”, dice el protagonista de El show de Truman (1998) en la película. “¿Quién no ha soñado ser famoso?”, le responde el amigo. Algún día nuestro jefe nos despedirá diciendo que estamos nominados.
5 comentarios:
Para dos frases me plantas 5 minutos de escena truñera del Show de truñan? No tienes perdon. Chungo Leretos. Nos vemos en los bares...
Spike, si no me equivoco, eres en cantante de un grupo de éxito. Digo yo que a tí lo que más te sobra son minutos. Bye
Ya me gustaría que mi grupo tuviese éxito. Yo soy el perro del carpintero de Fraggle Rock.
Pues me corrijo, el animalito se llamaba Sprocket.
Malditos vagos cabrones, trabajar más y menos dedicaros a perder el tiempo de las empresas que os pagan en discusiones en estos lares.
FDO: Un empresario cabrón al que joden en las inspecciones
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